18 tips para destacarte en el oficio de la Peluquería
Destacate en el oficio de la peluquería siguiendo estos consejos para satisfacer las necesidades de tus clientes de manera integral.
Cualquiera puede cortar el pelo, pero solo los buenos estilistas alcanzan el éxito legitimado por los clientes que se sienten conformes con el resultado en su cambio de apariencia. Además de poseer los conocimientos necesarios, ser peluquero, implica manejar la presión, entablar relaciones sociales y atender los aspectos psicológicos implicados en la imagen personal. Con el final de ayudarte a lograrlo, preparamos 18 tips para destacarte en el oficio de la peluquería. ¡Aplicalos!
1. Poseer bases sólidas
Trabajar en la cabeza de las personas implica el riesgo permanente de desilusionar a tus clientes con el resultado final, ya que un mal corte de pelo es difícil de arreglar y se debe esperar a que crezca. Pero si conocés las mejores técnicas y una comprensión holística de los que significa el negocio de la peluquería, tus probabilidades de conformar al cliente son altas.
2. Actualizar los conocimientos
La educación continua es fundamental en cualquier rubro y la peluquería no escapa a esta regla. A menudo, los clientes querrán que les realices un corte de moda o las mechas de color que usa una actriz reconocida, por lo cual es recomendable realizar cursos de actualización sobre las últimas tendencias para satisfacer las nuevas demandas que van surgiendo año a año.
3. Proyectar una buena actitud
El trato con el público implica que tu humor siempre debe estar balanceado. Es importante que los clientes perciban tu disposición para comprender exactamente qué quieren hacerse en la cabeza, así como tu energía para convertir la experiencia de la peluquería en un momento de cuidado y realización personal. En todo negocio funciona de la misma manera: si el cliente se sintió a gusto, volverá.
4. Apelar a la flexibilidad
El cabello es importante para la imagen personal pero muchas veces los clientes deberán posponer las citas por cuestiones laborales o familiares a las que darán prioridad. Manifestá tu comprensión y ofrecé otra posibilidad para reagendarse. Es preferible tener un poco de paciencia que perder al cliente, ya que hay muchas peluquerías que brindan excelentes servicios y para mantener la competitividad, deberás resaltar por tu trabajo pero también generar un vínculo con los clientes.
5. Aprender a escuchar
Muchas personas van a la peluquería no solo para cambiar su cabello, sino para participar de reuniones sociales. Es una parte inherente del oficio aunque debés ser capaz de concentrarte en tu trabajo sin desatender lo que el cliente está compartiendo contigo. Se requiere de una gran habilidad para fragmentar la mente en distintos puntos de atención, pero deberás aprenderlo si querés mantener la clientela.
6. Comprender el poder de transformación
Quienes asisten a una peluquería frecuentemente buscan realizar cambios totales de aspectos como pasar del pelo muy largo al corto, teñirse de un color extremo o convertir sus rulos en una cabellera lacia. Los cambios profundos de apariencia frecuentemente se asocian a un deseo de modificar algún aspecto de la vida, por eso tu trabajo tiene implicaciones psicológicas sobre la auto-concepción y la percepción del resto. Por lo tanto, serás un muro de contención para ciertos clientes y en algunos casos, la llave hacia el intento de una nueva vida.
7. Leer entre líneas
Una vez que el cliente explicó que quiere hacerse en la cabeza, tendrás que saber cómo utilizar la información teniendo en cuenta aquellos aspectos que no mencionó pero son inherentes a su pedido. Los conocimientos serán tu fuente de consulta permanente para comprender todas las implicaciones que conlleva un color, un corte, un peinado o un cambio de textura.
8. Personalizar el trabajo
Un corte de pelo excéntrico puede verse increíble en una cantante famosa pero no siempre quedará del mimo modo en todos los clientes. Es fundamental observar el cabello de la persona, la forma del rostro, sus rasgos, la tez, la contextura física e incluso la personalidad para determinar si realmente ese corte la hará tan feliz como imagina. Tu trabajo es encontrar las características únicas del cliente para adaptar su pedido a aquello que le sentará bien.
9. Actuar como un escultor
Ser peluquero requiere la capacidad de visualizar lo que se quiere producir en una masa informe. Deberás tener claro el resultado antes comenzar a trabajar, observando con detenimiento la forma actual del cabello para llevarlo hasta la escultura que te imaginás.
“Para los buenos profesionales hay empleo seguro, rápido y bien remunerado” –
10. Pensar como un pintor
Además de las técnicas básicas empeladas por los coloristas, es imprescindible que manejes las mezclas de colores, las gamas de colores fríos o cálidos, los contrastes, las sombras y las luces, para crear un fantástico efecto final. Tendrás que desarrollar la habilidad de aplicar tinta con un cepillo al cual controles completamente, sentando la dirección y logrando suaves transiciones entre tonalidades.
11. Crear como un diseñador
Si bien algunos peluqueros prefieren mantenerse en los estilos clásicos o aquellos que dominan a la perfección, la creatividad es una cualidad indispensable para quienes trabajan sobre la imagen personal. La innovación no se asocia únicamente a los peinados, cortes o colores extravagantes, sino que podés incluir una nueva técnica en un corte comúnmente elegido por los clientes y transformalo en una pequeña obra de arte que se distinga del resto.
12. Manejar la presión
Los peluqueros están expuestos a un alto nivel de presión por tratar con la imagen y la autoestima de las personas. El éxito está directamente vinculado con la satisfacción del cliente, por lo cual un mínimo error técnico podría cambiar por completo la idea original y terminar en un problema. Lo principal es no perder la calma: una mente fría piensa mejores soluciones cuando se enfrenta con clientes desconformes. Incluso aunque hayas seguido las instrucciones al pie de la letra, la frustración de no verse como imaginó puede caer contra vos, por eso es importante que estés tranquilo y no te desanimes, sino que adoptes una actitud proactiva.
13. Evitar la aprensión a los errores
Es cierto que las equivocaciones en este oficio pueden alterar más al cliente que en otros ámbitos, porque el pelo se asocia a la autoestima de la persona y al concepto que posee sobre sí misma. Sin embargo, todos cometemos errores de modo que en algún momento dejarás un cabello más largo, más corto, más rojo o menos rubio de lo que esperaba tu cliente. En estos casos lo importante es comprender el error, analizar por qué sucedió para aprender de él. La peluquería requiere una mente ágil en la búsqueda de soluciones que puedan aplicarse en el menor tiempo posible, lo que sólo sucederá si posees conocimientos cualificados.
14. Ser perfeccionista
Cuando termines cada trabajo, revisá absolutamente todos los detalles que conforman el resultado final para asegurarte de que ningún mechón de pelo está fuera de lugar, posee un largo inapropiado respecto a la globalidad de corte o su color no alcanzó el tono que debía. Un trabajo perfectamente ejecutado es tu única garantía para continuar con el negocio, ya que los clientes son tu respaldo y tenés que priorizar su felicidad para asegurar la tuya.
15. Tener tarjetas del negocio
Buscá una imprenta y un diseñador que pueda bajar a tierra las ideas que tenés para realizar las tarjetas del negocio, en las cuales figure el nombre de tu peluquería, dirección, horarios y todas las vías de contacto, incluyendo redes sociales. Siempre podés conocer potenciales clientes a quienes entregar tu tarjeta y generarás una impresión más profesional que anotando el número en un papel o enviando un mensaje de WhatsApp con la dirección.
16. Dar visibilidad en las redes sociales
Sacá fotos del “antes y después” del cliente para subirlas en todas las redes sociales de tu negocio, que sí o sí debés crear para popularizar tu trabajo y captar una mayor cantidad de clientes. Facebook, Twitter y en especial Instagram, serán aliados fundamentales a la hora de divulgar tu trabajo. La peluquería es un oficio que se mide por sus resultados visuales, así que aprovechá las herramientas digitales disponibles y promové tu marca personal en la red. También podés utilizarlas para comercializar servicios, como ofrecer descuentos, promociones, etcétera.
17. Asistir a ferias especializadas
Son los mejores sitios para encontrarse con colegas dispuestos a conversar sobre las últimas tendencias o técnicas y conseguir descuentos en productos de venta exclusiva a profesionales. Ampliarás tu red de contactos, abastecerás a tu negocio y por qué no, conocerás a clientes del mundo de la publicidad o el modelaje que precisan contratar un servicio permanente.
18. Hacer ejercicio
Atender una peluquería puede significar extensas jornadas de estar parado en posiciones incómodas para tener mejor acceso a la cabeza del cliente. Por eso, hacer ejercicio es fundamental para fortalecer los músculos, relajarlos y despejarse.